El timo es un órgano del sistema linfático situado detrás del esternón y ejerce una clara influencia sobre el desarrollo y maduración del sistema linfático y en la respuesta inmunitaria defensiva de nuestro organismo. También puede influir en el desarrollo de las glándulas sexuales. Además puede considerarse como un órgano del sistema endocrino y por tanto una glándula endocrina, ya que secreta hormonas, entre otras cosas.
Es uno de los pilares de nuestro sistema inmunológico, junto con las glándulas adrenales y la espina dorsal y está directamente conectado a los sentidos, la conciencia y el lenguaje.
Hasta hace poco se pensaba que el timo se atrofiaba a partir de la pubertar, ya que cuando se realizaban autopsias este siempre estaba pequeño y encogido, pero diferentes estudios han podido comprobar que este órgano se hace más pequeño cuando sentimos estrés y enfermamos y está más grande cuando sentimos alegría.
Los pensamientos negativos tienen más poder sobre el Timo que los virus y las bacterias; estos pensamientos, que no existen en realidad para el Timo son reales y reacciona y se debilita, lucha contra un invasor desconocido y “abre huecos” en nuestro sistema inmunitario y nos hacemos propensos a las enfermedades. Por el contrario los pensamientos positivos y de amor hacen al timo más fuerte y resistente.
Existen muchas formas de activar el timo y que funcione armoniosamente:
- Existen diversas posturas de yoga que lo ejercitan, tales como Bhujangasana o postura de la cobra.
- Manteniendo una dieta sana y equilibrada
- Con la respiración
- Todos los días antes de dormir hay un sencillo ejercicio que podemos hacer para estimular esta glándula. Se trata de dar unos ligeros golpes con la mano derecha en la zona donde se sitúa el timo (en el pecho, justo en la zona que señalamos para decir "yo") durante un par de minutos.
